Entre lo de siempre y la revelación


Desde que hace unos meses, la neoyorquina Lady Gaga se dio a conocer, me llamó poderosamente la atención. No parecía ofrecer nada nuevo, había quien la asociaba a Gwen Stefani y Kylie Minogue, pero también quien decía que sonaba más a The Sounds y Ladytron. Lo cierto es que cada vez que oía en cualquier sitio su primer single, Just dance, me alborotaba ridículamente y me ponía a bailar como loco. Sus letras eran fáciles y con poca (poquísima) profundidad, hablaban de la típica noche de desfase en la que no sabes donde has dejado las llaves, pierdes el móvil y no te acuerdas ni del nombre de la discoteca en la que estás.

Lo cierto es que la mayoría de los temas del disco no ofrecen, como ya hemos dicho, demasiada novedad ni originalidad. De hecho, su segundo single, Poker Face, se parece muchísimo al primero. Sin embargo, hay algo en ella que la hace alejarse de las demás. Para empezar su nombre artístico, que viene dado por la canción de Queen, Radio Ga-Ga. Después, en las entrevistas se muestra respetuosa, habla de sus influencias haciendo referencia a David Bowie, Andy Warhol y Cindy Lauper entre otros, y no parece importarle que se le asocie a Britney Spears o a The Pussycat Dolls. Además, no muestra la falsa rebeldía de marketing de Katy Perry, de hecho, a veces parece bastante pija (recordemos que fue al mismo colegio que Paris Hilton).

Después de todo esto, detrás lo que podría parecer la clásica artista-one hit, yo sigo pensando que hay bastante que descubrir, y que sorprenderá a más de uno. ¿Qué opináis vosotros de ella: más de lo mismo o una revelación electropop?

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